Una tradición muy arraigada

La tradición benamejicense tiene una parada inevitable cada año el día de la cruz. Diferentes cruces repartidas por toda la geografía de nuestro pueblo se adornan de manera especial el primer domingo del mes de mayo para esperar el paso de la procesión. Se trata de una de las tradiciones más populares de la cultura benamejicense ya que los vecinos cercanos a los lugares donde se encuentran las cruces preparan con todo el cariño la decoración de las fachadas con todo tipo de elementos típicos de la fecha.

La tradición benamejicense tiene una parada inevitable cada año el día de la cruz. Diferentes cruces repartidas por toda la geografía de nuestro pueblo se adornan de manera especial el primer domingo del mes de mayo para esperar el paso de la procesión.  Se trata de una de las tradiciones más populares de la cultura benamejicense ya que los vecinos cercanos a los lugares donde se encuentran las cruces preparan con todo el cariño la decoración de las fachadas con todo tipo de elementos típicos de la fecha.
Plantas, cuadros, platos, mantones, son algunos de los adornos de las cruces pero también hay otros más curiosos como por ejemplo una manzana con unas tijeras clavadas que representa “cortar el pero”. La explicación se encuentra en que en la antigüedad se decía “la cruz está muy bonita, pero…” y  por eso se pretende cortar el pero.
Este año, la cruz ganadora en el concurso organizado por la Asociación para la Protección del Patrimonio fue la cruz situada en la calle Martínez Victoria. Miembros de la asociación entregaron a los encargados de la decoración de la cruz, un obsequio que les reconoce como la mejor de este año 2008.

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies