Un pleno calcado

Cada sesión ordinaria del pleno del Ayuntamiento de Benamejí da la sensación de ser un deja vu de sesiones anteriores.

Una vez más volvimos a asistir a una sesión del pleno municipal del Ayuntamiento de Benamejí en el que se repitieron los mismos temas y las mismas cuestiones de sesiones anteriores. De nuevo, la sesión fue de más de tres horas y pudimos escuchar las mismas preguntas y las mismas respuestas por parte de cada uno de los miembros del pleno.
Probablemente, la culpa no es ni de unos ni de otros. Unos preguntan porque entienden que los problemas siguen sin solucionarse y en su deber está hacer un seguimiento del mismo, y los otros contestan que en estos momentos no se pueden llevar a cabo muchas de las cuestiones que se deberían debido a la situación económica en la que se encuentra el consistorio municipal.
Lo cierto es que el perjudicado final es el ciudadano general que, cada vez más, va perdiendo el interés en asistir o ver los debates de la política local.
No es una crítica a nadie en particular pero sí a todos nuestros políticos en general. No es bueno que la gente de a pié pierda el interés en las cosas que importan.
En cuanto a las decisiones que sí se tomaron destacaron la ampliación del contrato de gestión del camping municipal por la empresa Alúa o la modificación del plan de Instalaciones Deportivas previsto para los próximos años.
El momento más tenso de la sesión se vivió justo al principio, cuando antes de comenzar el pleno, miembros de IU intentaron grabar en vídeo la sesión. Ante esto el alcalde, José Ropero, invitó a que se apagaran las cámaras hasta que tuviesen el permiso para realizar la grabación.

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