Las diez bondades del Castillo de Benamejí

JUAN MANUEL MORALES. Como cada primavera y tras las lluvias de otoño, la hierba delata las estructuras arqueológicas, las piedras. Eso hace ideal la visita para fotografiar el terreno donde se asienta el castillo, que muestra así restos de muros que en otras estaciones no se descubren con facilidad.

PRIMERA BONDAD.
SE ENCUENTRA EN UN ESPECTACULAR ENCLAVE NATURAL Y CULTURAL, con la cercana e interesante Silera, las norias árabes, el puente renacentista, la aceña, y todo con el sonido de fondo del río Genil, que incluso se oye desde el castillo. Y también con los sonidos de las aves rapaces, la visión de los conejos y la infinidad de tipos de insectos. Entre los dos puentes de la autovía, símbolos de modernidad, el castillo ha pasado a convertirse en símbolo del pasado. A parte de todo esto, no está de más recordar que “la tierra es más que tierra”…. Pero la cantera sigue ahí, y se ha permitido la construcción de chalets que rozan la ilegalidad ocupando los caminos, y el paraje de las huertas anda muy necesitado de una ordenación territorial y paisajística. Pero es posible arreglarlo todo aún, porque la naturaleza siempre busca su sitio y la legislación está para cumplirla debidamente y enfocarla hacia el bien.

SEGUNDA BONDAD.
TIENE UN HERMANO MÁGICO, LLAMADO EL HACHO, que nos está ofreciendo sus puntas de flecha “tipo Benamejí”, relacionadas, según deduce Juan Manuel Arjona Bueno, con un ritual de caza; también nos ofrece sus múltiples fragmentos de cerámicas decoradas, su estela funeraria, su recinto, y su torreón cuadrado. El Hacho, a pesar de los dos cortes sufridos y debidos a la autovía, sigue estando ahí, con unas vistas increíbles y viéndose desde todos los lugares colindantes.Estar en él se convierte en algo especial, porque transmite algo metafísico, porque es misterioso y ancestral.

TERCERA BONDAD.
LA AUTOVÍA, PARADOJICAMENTE, POSIBILITA EL ACCESO, perfectamente posible gracias a la carretera de servicio paralela a ésta, que llega desde los Caños y que deja a los mismos pies de El Hacho, donde un aparcamiento, respetuoso con el entorno, cabría a la perfección. Desde ahí, andando, se podría pasar tras el muro de contención allí levantado y llegar al llano entre los dos cerros, para desde allí subir a El Hacho y al mismo castillo. Hago una propuesta gráfica, que se muestra en las imágenes.

CUARTA BONDAD.
EL CASTILLO DE BENAMEJÍ Y CALDERÓN están íntimamente ligados, ya que este inmenso escritor situó en el castillo la acción de su obra de teatro “La Niña de Gómez Arias”, basada en un romance castellano, sobre una joven a la que un caballero, Gómez Arias, deja cautiva con el alcaide moro del castillo de “Benamexí”. Entra en escena hasta la mismísima reina Isabel la Católica. Existen varias versiones, y tenemos para el Museo una original, del siglo XVII. Además, no me resisto tampoco a mostrar en las imágenes el mítico grabado del que la noble maestra Dolores Aragón nos habló y que finalmente ha aparecido y tenemos, gracias a nuestro colaborador Francisco Cerezo. Al pie de ese grabado se lee. “Isabel la Católica ante las torres de Benamejí”

QUINTA BONDAD.
ES RECURSO ESPECTACULAR DE EDUCACION Y DIVERSION PARA LOS NIÑOS la historia, pero también lo es la naturaleza. La primera porque a los niños fascinan y divierten las batallas, las historias de castillos y la segunda porque dar a conocer el medioambiente es fundamental para hacer de los niños unas personas comprometidas, sabias y sensibles. Por otro lado, sueño con quela obra de teatro “La Niña de Gómez Arias”, adaptada, fuese representada por los niños de Benamejí.

SEXTA BONDAD.
EL CASTILLO Y SUS PIEDRAS SON MUCHO MÁS DE LO CREES VER, porque el castillo muestra en su revés fragmentos de las tres plantas que tuvo, pechinas, bóvedas, enfoscados originales,…. Sobrecogen los sillares de sus esquinas, las partes en ladrilloy es ilusionante todo cuanto debe de quedar por descubrir de él bajo tierra.Carlos V manda describirlo cuando Don Diego de Bernuy quiere comprar el término de Benamejí. Y esa descripción se conserva, y en ella se habla de torres, capilla, aljibes,… cuyos cimientos nos esperan.

SÉPTIMA BONDAD.
HAY UNA AYUDA QUE PUEDE Y DEBE SOLICITARSE YA PARA ÉL, y así posibilitar su reconstrucción parcial, con los datos que nos aportan las maquetas del castillo que elaboró Gabriel Valencia, desde Antequera, o la reconstrucción virtual que Carlos Gozalbes nos mostró en el V Encuentro de la Asociación de Patrimonio. El arqueólogo provincial, Alejandro Ibáñez, también está trabajando para su recuperación, pero falta que aquí se le haga caso. Este arqueólogo tiene un anteproyecto fabuloso. Necesitamos que nuestros representantes trabajen para solicitar esa ayuda: el uno por ciento que derivado de la inversión en las autovías, se ofrece para ser invertido en cultura. Además, parte de esa ayuda se podría destinar a la mano de obra necesaria para la intervención, que supondría una oportunidad para el Empleo Local.

OCTAVA BONDAD.
EL MUSEO LE DARÁ SU LUGAR al castillo, dentro del apartado de la historia medieval de Benamejí. Tenemos muestras cerámicas decoradas árabes, de gran interés, como uno de los fragmentos encontrados, que tiene unas formas almendradas, los mismos motivos decorativos que el famoso cervatillo omeya de Medina Azahara. Ha sido encontrado en el campo del castillo por José Antonio Mata y ya forma parte de la colección del Museo de Benamejí. También existe gracias al legado de José Martín Neri, “Poro”, un candil medieval árabe encontrado en la zona, entre otros interesantes hallazgos casuales. Una excavación arqueológica rigurosa es muy necesaria. La zona es el origen y primer asentamiento del actual Benamejí, el entonces Hisn Bani Basir, del que tenemos el eco de su castillo, que tiene tanto que aportarnos.

NOVENA BONDAD.
NUESTRO CASTILLO ES UNA PUERTA A ANDALUCÍA central y una puerta a Córdoba, desde la vega y cercana y grande Antequera al valle del Genil, rico y cargado de historia, con el actual Benamejí de fondo, elegante y señorial. ¿Cómo es posible estar tan ciego cuando se llega desde la autovía y se contempla semejante paisaje cultural? Cuantas posibilidades…

DÉCIMA BONDAD.
QUERER RESCATARLO NOS HACE TAN NOBLES COMO EL PROPIO CASTILLO, al aprender, descubrir en compañía, saber de dónde venimos, y de paso enseñar y hacer nobles a los que nos preceden.
Si mi vista estaba motivada por una serie de fotografías, motivada por la luz,¡qué maravillosa es la luz del castillo! Y es que no parece venir del cielo. La irradia el lugar. La irradian sus bondades.
Lo primero es lo primero. Y tal y como se intenta explicar a través de éstas diez bondades, aún tenemos parte del castillo y parte de la naturaleza, así como unas historias íntegras que contar, que es mucho. Aún es posible actuar; pero pronto, porque poco a poco lo que queda de él se muere, pues en unas décadas se ha perdido la mitad del torreón que queda en pie, y ahora una enorme grieta amenaza con partir el muro en dos. Una vez más, salvemos el castillo, por favor. Y reitero que salvarlo es una prioridad absoluta, si se quiere hacer cultura de verdad.

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