La escultura a La Duquesa de Benamejí

JM MORALES. El día de Andalucía, María José Montes, alcaldesa de Benamejí, inauguró en la rotonda de entrada la escultura de una pareja romántica, en gesto de abrazo y admiración, un monumento al amor, un símbolo que aúna lo culto con lo popular, la historia con la leyenda. Es La Duquesa de Benamejí, y llega en forma de silueta como alegato de mensaje discreto y sencillo. De espíritu contemporáneo y artístico, son su vocación la educación y el saber. Conozcamos sus valores y lo que quiere representar:
ES ANDALUCÍA CON MAYÚSCULAS. La Duquesa es creación de Manuel y Antonio Machado, andaluces inmensos que han llevado el nombre de Benamejí a la literatura universal en castellano; son además símbolos andaluces la peina, el catite, las polainas, la nobleza, la elegancia, la pasión, el bandolerismo romántico,… Si bien es una ficción literaria, es también una inspiración en personajes reales -como sucede con El Quijote manteniendo aun así el enorme interés-. La Duquesa representa a todas esas mujeres nobles, valientes, con el título de Señoras y Marquesas de Benamejí, que los Machado aúnan en una sola. Es inspiración en esta tierra y arte literario andaluz.
ES TEATRO. Sigue viva la llama que Gracia Crespo como gloriosa concejal de cultura prendió en el año 2000, consiguiendo llevar a escena por vez primera el teatro de La Duquesa en Benamejí. En la presentación de la escultura participó el Aula Municipal de Teatro, en manos de José Luna, que tanto aporta y apuesta por el personaje masculino y por la creación. Acabó en pose estática con la Duquesa, una emocional Gracia Cabello, mientras tres personajes del teatro descubrieron la figura, en la misma pose y envuelta con la bandera andaluza. La escultura es también una apuesta por la continuidad de la representación de la obra, que cohesiona y dinamiza a Benamejí.
ES MUSEO. Es el anuncio e invitación a conocer el Museo de La Duquesa; además se pretende que la imagen en miniatura se pueda encontrar para llevar en el Museo, que es además de un tributo a los Machado, un centro vivo, donde se está llevando una magnífica e intensa labor de educación, promoción, y difusión con talleres de recuperación de patrimonio, visitas de los escolares,…
ES TRABAJO. La cultura se nutre de trabajadores de la cultura, y como sucede con el deporte, es formación, disciplina, puestos de trabajo,… El hombre culto y sano es más sensible, consciente y solidario. La figura es un excelente trabajo en acero Corten al óxido de Manuel Artacho Polinario, quien ha llevado magníficamente el diseño al metal, moldeándolo como si de papel se tratara, con mucho esfuerzo, sumo cuidado y profesionalidad. Luego entraron en juego los eficientes operarios municipales de urbanismo colocándola, y las jardineras con un magnífico diseño floral en la base que será además cambiante y vivo.
ES CREACIÓN. Es un proyecto artístico ilusionante; si ya fue creación de los Machado, se vuelve ahora interpretación contemporánea del mito. Es un símbolo silencioso, como el famoso toro de Osborne de las carreteras españolas, sin rotulo, un guiño al diseño español de Manuel Prieto. Y es una ilustración convertida en escultura con dimensión de ancho, que admira las ilustraciones y recortes del escritor de cuentos danés Hans Christian Andersen y las animaciones con siluetas de la creadora alemana Lotte Reininger. El resto de siluetas que se prevén, aparecerán a modo de viandantes, en un concepto nuevo de escultura que interactúa con el entorno; pero ésta se muestra alzada, como principal y como invitación a conocer el resto y comprender Benamejí a través de ellas.
ES UNIÓN Y COLABORACIÓN. Comenzábamos el proyecto con la silueta de los emigrantes, un pulso de José Chacón, emigrante, comprometido, y ejemplo de colaboración y cooperación ciudadana. La misma que además se necesita para el mantenimiento, sencillamente a través del civismo mínimo para no dañarlas, como está sucediendo; no lo hagan, por favor, hay mucha simbología detrás, muchos esfuerzos, talento e ilusión. Y queremos seguir compartiendo.
ES UNA APUESTA POR EL LUGAR, POR EL DESARROLLO RESPETUOSO. El sitio donde está emplazada, La Venta, debe su nombre a las ventas históricas que aún existen en el lugar, unos edificios con trazas del siglo XVIII, con rejas y arcos ocultos en los muros cuyos valores debieran recogerse en la normativa urbanística, así como el valor del pozo historicista con arco de ojiva y simulada sillería, y las posibilidades de la pequeña zona verde donde se encuentra, cuyo estado de dejadez deja mucho que desear y no da buena imagen a la entrada misma de Benamejí. A un lado, comienza a divisarse la naturaleza del valle del Genil, un poco más arriba aún se conserva una era, y a continuación aparece la Cooperativa,ahora oculta tras una desafortunada intervención, pero con interesantes y desconocidos elementos de interés. Ojalá venga la figura a recordar que nunca es tarde para conocer, recuperar, cuidar y poner en valor el patrimonio. Por otro lado, pareciera ser más grande ahora la avenida de la Venta, que debiera seguir desarrollándose en la misma dirección de cultura, respeto y modernidad. Al salir de Benamejí por la tarde, queda la figura a contraluz, y se recorta sobre las sierras subbéticas de fondo, como un poema al respeto, al conocimiento y a la templanza, “verso a verso…”

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