“La Duquesa también pone a Benamejí en el mapa”

José Luna
Director de la obra “La Duquesa de Benamejí”

REDACCIÓN

129-entrevistaJoseLunaQuedan ya pocos días para el estreno de la obra ¿Empiezan ya a aflorar los nervios?
Ya tenemos ensayos casi todos los días, de lunes a jueves. Todos los días tenemos reuniones técnicas con las diferentes personas o grupos que participan en la obra. Los nervios vienen precisamente porque queremos que todo salga a pedir de boca.

Es tu segunda edición como director de la obra, ¿cómo te sientes? ¿lo tienes todo más controlado?
La verdad es que siempre quieres innovar algo. Meter cositas nuevas o hacer algún guiño en según qué momento de la obra. Pero claro, el texto es el texto y eso hay que respetarlo.
A parte de eso, creo que la primera fue bastante bien y los errores que se cometieron, esperamos que esta vez no se vuelvan a cometer.
En la primera ocasión todo era nuevo para nosotros, no sabíamos cómo iba a funcionar la cosa, pero al final, el buen trabajo y la unión que tuvimos resultó ser un aliado perfecto para que saliera bien.

¿Cómo llevas el hecho de compaginar la dirección con ser el actor principal de la obra?
Es complicado porque tengo que estar también ensayando las escenas en las que me toca salir, pero la verdad es que como ya lo había hecho en 2008, que es cuando cogí el papel de Lorenzo Gallardo, lo tengo más trabajado.

¿Cuáles son las novedades que tiene La Duquesa este año?
Una de las novedades es que contamos con otra asociación que no ha participado en ediciones anteriores, que es el coro “Nuestra Navidad”. Esta asociación se ha preocupado de recoger coplas, cantes antiguos de Benamejí, maneras de celebrar fiestas en nuestro pueblo,… y algo de todo eso veremos en la obra. La verdad es que tienen mucha ilusión y seguro que va a ser un detalle muy bonito para que la gente lo disfrute.

La Duquesa de Benamejí es, también, una muestra del valor del tejido asociativo de Benamejí ¿es difícil ponerlas a todas de acuerdo para que funcionen como lo hacen?
Nosotros nos ponemos en contacto con cada asociación mucho tiempo antes de la obra para que guarden esas fechas y estén disponibles para La Duquesa. Para ellos es tan importante como para nosotros.
La intención de todos es siempre colaborar al máximo y siempre están dispuestos a hacer todo lo que puedan y eso es muy de agradecer.

¿Qué es lo más complicado de poner en marcha un macro evento como La Duquesa de Benamejí?
Pues la verdad es que son muchísimas entradas, muchísimas salidas, y tener en cuenta muchas pequeñas cosas. Ojalá llegue el día en que todo salga del tirón pero la verdad es que eso es muy difícil.
Hay muchísima gente por allí rondando y necesitamos que cada uno de ellos sepa dónde y cuándo debe estar en su sitio. Ese momento en el que todo sale de corrido, la verdad es que se agradece. Pero claro es no llega hasta dos días antes de la obra.
Es un espectáculo en el que participa mucha gente y por eso es muy importante que no haya parones en la obra. No puede haber parones entre escena y escena. Son espacios muy grandes en los que se tarda en salir de escena, pero mientras tanto ya tiene que estar sucediendo otra cosa en otro sitio. Esa agilidad es por la que el equipo técnico y la gente de dirección tienen que estar luchando por que aparezca.

Hay otra mucha gente detrás de los focos que hacen posible que se lleve a cabo La Duquesa de Benamejí, ¿quiénes son esos “actores secundarios”?
El equipo técnico cuenta en esta edición con la directora adjunta, que es Virginia Azcutia, y cuatro ayudantes de dirección y regidores. Después, también está 82 Consejos, que es la empresa que se encarga de la producción de la obra. Y por último están los técnicos que vienen con el equipo de iluminación y sonido. Toda esa gente, mientras que el público está viendo actuar, están detrás haciendo cosas y moviéndose para que no falle nada.

¿Cuales son las sensaciones que tenéis los actores el día del estreno de la obra?
Yo, normalmente, el día del estreno me siento tranquilo. El pelo lo pierdo antes, je je je. En esos momentos suelo estar tranquilo. Me gusta ver el comienzo de la obra ya que yo no salgo hasta más adelante.
El día del estreno la verdad es que hay mucho nervio. Mientras estamos vistiéndonos es cuando empiezan a surgir los nervios. Que si el fajín, que si abróchame esto, que si uno lleva puesto algo al revés… puede pasar cualquier cosa.

¿Qué anécdotas recuerdas que han pasado en anteriores ediciones y que hayan pasado un poco desapercibidas para el gran público?
En 2014 por ejemplo, el segundo día, el vestido de Reyes, la Duquesa, tenía unas enaguas de can can y cuando fuimos a sacarlo para ponerselo, no había por donde cogerlo. Las ballenas que lleva se habían ladeado y no estaban presentables. Estuvimos dándole, dándole hasta que conseguimos emparejarlas un poco.
También tuvimos problema con un micro, que derrepente se le apagó la pila y tuvimos que estar corriendo para buscar recambio.

¿Qué supone la obra La Duquesa de Benamejí para el pueblo tanto a nivel cultural como turístico?
Yo creo que es un tirón bastante grande.
Constantemente vienen a visitarnos grupos de diferentes sitios de Andalucía para visitar el museo de La Duquesa, que está dentro de la Ruta del Tempranillo. Muchos grupos piden que representemos una pequeña escena de la obra, e incluso hay muchos que si no se les ofrece esa pequeña escena no vienen a visitarnos. Muchos, cuando ven la escena dicen después que van a venir a ver la obra completa. Y eso que vienen de lejos, de Huelva, Sevilla, etc…
Hay mucha gente que vienen a ver el pueblo, ven la escena y se enamoran de La Duquesa. Eso hay que aprovecharlo y darle la publicidad lo suficientemente grande como para que la gente pueda acudir.
Benamejí se lucra en general de la obra ya que no estamos viendo solo una obra de teatro al uso, que ya bastante calidad tiene, sino que estamos viendo toda una cantidad de artistas que tiene Benamejí.
Tenemos un pueblo de 5.000 habitantes y no cabe más gente con tanto arte. Tenemos mucha gente que tiene una disciplina de grupo que solo la conoce el que lo ha vivido. Tenemos grupos de folklore, Campanilleros, Peña Flamenca. Aquí las asociaciones tienen ganas de trabajar y eso se nota en lo que hacen.
En La Duquesa lo que se hace es aunar todo eso y Benamejí se beneficia. Está puesto en el mapa por muchas cosas pero La Duquesa también lo pone un poquito en el mapa.

¿Te imaginas la obra representada en un sitio que no sea la plaza de toros o incluso fuera de Benamejí?
En otro pueblo sí que me lo imagino, pero claro tendría que ser en una plaza de toros o una gran plaza pública ya que trabajamos con caballos. En cualquier caso necesitaría un despliegue y una inversión demasiado grande.

¿Te lo imaginas en el cine?
Estaría genial. En el cine se ven detalles que no se aprecian en una plaza de toros. Como por ejemplo miradas, detalles de movimientos que hacen los actores, que nosotros lo marcamos pero que la gente no se puede dar cuenta por que está muy lejos. El cine por contra te da la opción del detalle.

¿Cómo crees que se debería enfocar el proyecto de La Duquesa de Benamejí para que se pudiera mantener en el tiempo y que además no perdiera frescura?
Modificar el texto creo que es imposible, ya que se trata de una obra de teatro de los hermanos Machado, pero aún así siempre se puede cambiar algo.
La obra está hecha para todo el mundo. Para la gente de fuera y para la gente del pueblo. Hay quien ha ido a ver las tres veces que se ha representado y que también va a ir a verla esta cuarta.
Para llegar a que pueda venir mucha gente de fuera a verla podemos representarla cada dos años durante mucho tiempo. La clave está en el tirón y la publicidad que se le dé.
Hay maneras en los años alternos en los que se pudiera plantear celebrar ferias románticas o representaciones de otras obras parecidas relacionadas con el mundo romántico o bandolero.
Existen otras obras como La niña de Gómez Arias que serían bastante difícil de llevar a cabo. En este caso es una obra es en verso y además con la complicación sugerente de Calderón.
La obra ambientada sobre el año 1300 por lo que meter escenografía y las asociaciones que participan en La Duquesa es bastante complicado. Tendríamos que darle un vuelco completo.

En comparación con otras representaciones teatrales de este mismo estilo ¿Cómo valorarías la obra?
Aún siendo amateur, Benamejí tiene un nivel bastante alto por la calidad de los artistas que participan. En la obra puedes ver baile, cante, ves el teatro y te das cuenta de que esto no lo están haciendo cuatro “mataos” que van a ensayar cuatro días al año. Esto es un trabajo constante y se nota que tienen un nivel muy alto.

¿Cómo convencerías a la gente que ya ha visto la obra para que vuelva a acudir a verla este año?
Con La Duquesa de Benamejí a mí me pasa como si fuera mi cumpleaños: que llega todos los años y yo lo celebro. Pues con esta obra me pasa igual, siempre me suscita la curiosidad de encontrar algo que no vi en la anterior representación.
Ninguna representación sale igual porque es en directo. Con una película no pasa lo mismo ya que siempre va a ser exactamente igual.
La magia del directo hace que encuentres cosas que no habías visto antes. Siempre merece la pena.

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