El otoño y el invierno de este año han traído consigo una serie de borrascas que han desencadenado en una gran cantidad de agua caída en los campos de cultivo de nuestra localidad, algo que, sin duda, era necesario para asegurar buenas cosechas en el futuro.
Como contrapartida cabe destacar que en la campaña de recogida de la aceituna de este año muchos de los recolectores no han podido salir a trabajar hasta bien entrado el mes de enero con las pérdidas que eso conlleva. En cualquier caso a partir de ahora vemos como los trabajador salen al campo para recuperar el tiempo perdido.
En lo que va de año, desde el día 1 hasta el 15 de enero han caído 115 litros, una gran cantidad si se toma como referencia lo que ha caído en otros años. Desde los años 96 y 97 cuando cayeron 168 y 146 litros respectivamente no se ha producido pluviosidad tan importante como en este año 2010.
Además la lluvia ha venido acompañada de frío llegando incluso a provocar una gran nevada el pasado domingo 10 de enero, cuando por la mañana comenzaron a caer los primeros copos de nieve llegando a cuajar en muchos sitios de la localidad, dejándonos contemplar unas postales navideñas con los tejados de las casas benamejicenses completamente blancos.
La parte positiva de la gran caída de agua es que la cosecha del próximo año será, con total seguridad, de mucha calidad y eso podrá garantizar el desarrollo y el progreso de los aceituneros de nuestra localidad.
