El término municipal de Benamejí recibirá parte del circuito ferroviario de alta velocidad que se construirá el próximo año en el centro de Andalucía.
La pasada semana el Gobierno anunció la inminente puesta en marcha del proyecto de construcción del mayor anillo ferroviario del mundo, mediante un convenio entre el Ministerio de Ciencia e Innovación y la Entidad Pública ADIF(Administrador de Infraestructuras Ferroviarias, dependiente del Ministerio de Fomento), por valor de 344,45 millones de euros.
El proyecto estará cofinanciado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional y el Ministerio de Ciencia e Innovación, que concederá a ADIF un préstamo de 209,73 millones de euros al 0% de interés, en concepto de “anticipo reembolsable FEDER”, y un préstamo complementario de 134,72 millones de euros a un tipo de interés reducido (1,17%).
En el Anillo Ferroviario (circuito ferroviario) –Centro de Ensayos de Alta Tecnología Ferroviaria- se realizarán los procesos de homologación y certificación de material rodante, así como la realización de investigaciones, pruebas, ensayos y puesta en funcionamiento de nuevos desarrollos tecnológicos que se generen en el propio centro o que deriven de la actividades en I+D+i de las empresas del sector ferroviario.
Con esta infraestructura se podrá cubrir no sólo la Alta Velocidad y el transporte convencional sino también desarrollos para tranvías, metros, etc. La velocidad máxima para la que se proyecta este anillo es de 450km/hora, lo que supone una ventaja competitiva, teniendo en cuenta que la velocidad máxima de este tipo de instalaciones actualmente no supera los 270km/hora.
El emplazamiento elegido para el desarrollo del presente proyecto se ubica en los términos municipales de Antequera, Fuente de Piedra, Humilladero y Mollina en la provincia de Málaga, y Benamejí en la provincia de Córdoba.
Estos trabajos cuentan con un presupuesto de 2 millones de euros (IVA incluido) y un plazo de ejecución de diez meses.
El recorrido entra en Mollina y Benamejí, donde se contempla un puente de 1.025 metros, pasando posteriormente otra carretera, la MA-6413. Otro viaducto, en esta ocasión de 130 metros, permitirá salvar el primero de los cruces con la A-45, autovía que habrá de ser desviada temporalmente en su segundo punto de encuentro con el circuito ferroviario, dado que se construirá un paso inferior.
Una vez finalice su construcción, que está prevista que se inicie en 2011 y dure cuatro años, será el mayor centro de este tipo, superando a los que ya existentes en la República Checa, Alemania, Japón y Estados Unidos. De este modo se refuerza la competitividad internacional de un sector clave en nuestro país como es el ferroviario, situándolo al frente de la vanguardia tecnológica europea y mundial.
Otros de los resultados esperados son un incremento de la masa crítica investigadora en el ámbito del sector ferroviario; consolidación y mejora de la comunicación entre todos los agentes del sector; impulso del sector ferroviario con mejora de la competitividad, de las exportaciones y procesos productivos; desarrollo de tecnologías alternativas; transferencia internacional de conocimientos; etc.
Esta actuación se enmarca en el eje de la Innovación desde la demanda pública de la Estrategia Estatal de Innovación. Se trata de mejorar la forma en que las administraciones públicas realizan sus compras públicas, de forma que sea posible fomentar el desarrollo tecnológico de las empresas españolas, generándose así oportunidades de negocio para empresas innovadoras en sectores llamados a jugar un papel relevante en el nuevo modelo productivo.
Por otro lado, la construcción del anillo ferroviario de alta velocidad necesitará de la expropiación de más de 4,5 millones de metros cuadrados, según corrobora el estudio informativo del proyecto en el que se apuesta claramente por una alternativa de trazado concreta. El documento, en el que se definen las alternativas de trazado más aconsejables para la infraestructura, que estará dotada de dos circuitos, uno principal, de unos 57 kilómetros, y otro secundario, de 19,6 kilómetros, precisa que de los suelos afectados la inmensa mayoría son de cultivo herbáceo y leñoso, quedando un resto de terrenos improductivos y de matorral. La enajenación de estas parcelas, según los cálculos presupuestarios incluidos en el informe, se elevaría a unos 18 millones de euros.