JUAN MANUEL MORALES
La nueva exposición del Museo de La Duquesa de Benamejí trata sobre la relación de las flores con Benamejí, que algún poeta tradujo como “Flor de Luna del Genil”, con el lirio local como protagonista de las flores naturales, portada del estudio de Matías Espejo y Francisco Osuna sobre la flora local. Ocupando un lugar crucial se hallan los lirios artísticos para las cruces de vestir tradicionales que moldeara Juana Linares, retratada aquí por la mano prodigiosa de Francisco Osuna. Ahora Ana María Fuentes y Juan Manuel Plasencia, toman el relevo y siguen vistiendo las cruces tradicionales. Se muestran cruces del talco del siglo XVIII, como la maravillosa cruz de Lolita Crespo, relicarios y ramos florales de plata y oro. El genial escritor local Antonio Nieto Delboy fue quien dejó constancia de “las leyendas de las cruces”, sobre hechos dramáticos acontecidos en las esquinas del Benamejí antiguo; de él se exhiben retratos y textos originales. Se ha montado una de las cruces a las que se refiere en sus escritos, la cruz de la calle de El Pilar. Se trata también la rehabilitación del oratorio del Cristo de la Misericordia, cuyas cruces nos hablan de tiempos barrocos y de tiempos de emigración, cuando las mujeres dejaban sus santas cruces del ajuar en la capilla del “panteón viejo”, origen del actual oratorio de la Ronda. Se han sacado a la luz antiguas letanías y una novena a la cruz de 1920. De esa fecha es la corona de difuntos, posiblemente la de José Marrón, que se exhibe por vez primera, con pensamientos morados, rosas cerámicas y hojas de metal, como las de los portones. Las lucanas de los portones, por su parte son un muestrario floral, con el característico lirio o tulipán, central, fruto de la obsesión del mundo modernista por lo vegetal. Exponemos la talla floral del “Portón de la Rosa”. Mostramos pinturas decorativas de los portales, de los Labrador, Juan Gómez, Antonio Borrego…y esa rosa cuadrada que retomó de sus antepasados el ya inmortal “Pepe Portales”. Aparece nuestro famoso balcón de las liras, y macetas verdes… Se muestran vestidos de motivos florales bordados, con pinturas de Carmela Pedrosa y Baldomero, y diseños de Tere Lara. Se descubre el cuadro “Clavel de Benamejí” del pintor levantino Miquel Vaquer, y el de Carmen Melero; y se sigue tratando el clavel desde lo literario, presente en canciones que tratan a Benamejí, inspiradas además por Lorca, y que hablan de claveles y Marquesas de Benamejí…
Es un tributo al valor de los mitos, a la nobleza humana, a la creación plástica y literaria, y un tributo a las personas que cuidan las flores y aman la naturaleza.