Fruto de unas pequeñas reformas realizadas en el patio del Mesón Puerta del Convento, se han descubierto restos de una mujer emparedada en el antiguo Convento de Nuestra Señora de los Remedios de Carmelitas Descalzos, fundado en 1682 por D. José Diego de Bernuy, primer marqués de Benamejí .
Quizás os pueda parecer una práctica macabra, pero lo cierto es que ya existían leyendas que hablaban de la existencia de mujeres de largos cabellos emparedadas, como recogía diario BEIN en uno de sus números.
Por desgracia esta era una práctica mucho más común de la que puedan imaginar. El llamado voto de tinieblas o emparedamiento en vida era un castigo medieval que permaneció como tradición aplicable en España hasta el siglo XVII y no fue privativo de una zona concreta, dado que era una práctica medieval muy extendida en toda Europa y que se daba en Madrid, en Barcelona, en Sevilla, en Valencia y en Granada, entre otras ciudades españolas, así como en Lisboa, en Rennes, en Lyón, en París, en Génova, en Florencia y en los muros de Roma; si bien, como atestigua Escolano, a partir del Sínodo del obispo Ayala, en 1693, se prohibió tal práctica, que de hecho desaparecería definitivamente 74 años mas tarde.
Existieron varios tipos de emparejamiento. Uno era aquel que, con carácter de castigo, se impuso a determinadas mujeres por sus faltas y delitos cometidos. El otro tipo se daba en el caso de las mujeres que voluntariamente, con autorización de sus familiares y superiores, decidían adoptar este tipo de vida penitente.
Según fuentes del equipo de investigación especializada desplazado a la zona, al parecer el cuerpo corresponde a una mujer de mediana edad y que parecía estar embarazada en el momento de la muerte. Lo que cuadra a la perfección con una de las leyendas que giran en torno a esta majestuosa infraestructura religiosa, donde esta mujer fue víctima de los celos de su esposo, quedando presa en vida y muerte entre los muros del convento.
Hoy son numerosos los científicos que han manifestado su intención de desplazarse hasta el lugar para realizar una profunda investigación que podría convertirse en un importante hito de la historia benamejicense, para iniciar el trabajo de campo en el lugar donde hoy se encuentra el Mesón Puerta del Convento y que fue abandonado en 1835 por la orden, habiendo realizado los últimos cultos allá por el 1905, y convertida en casa de vecinos durante el siglo XX hasta que el paso de los años, la desidia y el abandono, y los movimientos de la Grieta, lo llevaran a una ruina definitiva.
Estos muros dieron cobijo a una importante y valiosa colección de libros y de arte, muchos de los cuales aún conservados hoy en día y que fueron testigos de numerosos mitos y leyendas. Muchos de ellos han llegado a nuestros días fruto de la tradición oral formando parte del subconsciente popular, otros muchos, la mayoría, sólo se perpetúan en la retina de estos rincones centenarios, que guardan estos hechos en su memoria colectiva y los condena al silencio de la historia. Otros como el que hoy nos cita, vuelven a renacer con aire renovado y nos invita a seguir buceando en nuestra apasionante historia.