Ahora que da comienzo el verano, se inicia también la venta de melones. Hoy ya apenas se siembran aquí, pese a la picaresca del melonero con aquello de: “Melones de Benamejí, señora, buenísimos”; pero allá por los años 50 y 60, cuando fue escrito el ingenioso texto del que voy a hablar, eran muchas las tierras que aquí daban tan delicioso y sencillo manjar.
Sobre el tema, Magdalena Cabello, a la que agradezco desde aquí su ofrecimiento, guarda una curiosa carta que cayó en manos de su padre Juan Antonio Cabello “20 duros”. Y pongo el apodo porque viene a colación con la carta, pues además de hablar de melones, es una interesantísima recopilación de apodos típicos de Benamejí. Y con respecto a la siembra de melones recoge palabras casi perdidas como “casillas” (surcos alrededor de la pipa), “golpes” (reposición de pipas) o “jerja” (saco).
Se trata de una carta de Antonio Quiñero, emigrante en Barcelona, a un amigo suyo en Benamejí. Antonio Quiñero, parece que emigró a Barcelona en los años 50-60, y en Benamejí, según me contó Magdalena, tenía alguna relación con “Los Nanos”, herreros de un taller que había entre la Iglesia y el Palacio. El texto, levemente aquí adaptado para facilitar su comprensión, no tiene desperdicio por la tierna añoranza del pueblo que se entrevé y por la ironía con que menciona a todos los que aparecen, poniendo por generoso al tacaño y por ávido al torpe. Que nadie se moleste y que vaya dedicado a todos los que aparecen y sobre todo a los emigrantes y a los meloneros.
Carta de Antonio Quiñero, emigrante en Barcelona, a un amigo suyo en Benamejí
Te tengo que agradecer / que me mandaste un duro / para puros y café. / Y te voy a contar que en este pueblo que estoy, / que tiene un terreno bueno, / me he dispuesto a arrendar / tierras para meloneros. /
Pero como soy de ese pueblo / y me siento tan patriota / nombro de representante / a Juanillo “La Bellota”, / para que vea al “Perrillo” / y a Luis el de “La Coca” / y al amigo de “Zaratán”. / Verá también a “Los Cuernas” / y a los hijos de “Baretas”. / Y que se venga también / su cuñado “Balloneta”. / Y también “Leopoldito” / que sabe muy bien vender / porque tiene una romana / en la que dos kilos pesan tres. / “El Tuerto” de “La Ropera”, / que es también corredor, / que me compre tres mil kilos / de pipillas de melón. Los sacos para el envase / “Tolico” se los dará / y si no tiene bastantes / que se los de su amigo Blas. / Que se vengan enseguida / que tenemos que sembrar. / Y para dar de casillas / y golpes que reponer, / el “Rubio” de Juan Solano / y su amigo Juan Manuel./ Y cuando esté la expedición dispuesta para marchar / al que no tenga dinero / Paredes se lo dará. /
Cuando estén los melones dispuestos para arrancar, / serán cincuenta los camiones / que a Barcelona vendrán. / Con los dueños de las tierras / tengo que arreglar las yuntas / y el dinero para labrar, / máquinas para sacarlos / y jerga para envasar, / y en seguida se puede / empezar a “extraperlar”. Y cuando se hallan vendido, / con los billetes en el pecho / os vais todos para allá / y compráis buenas tierras / como Bonilla y Morán. /
En la casa de Antonio Reina / ponéis una Sociedad / en la que no entren jornaleros / ni zapateros ni “na”. / De presidente “El Serduo” / que sabe muy bien hablar. / Y por si va la fiscalía, / para que os podáis escapar, / hacéis un pedestal / en medio del edificio, / y sentado en un sillón / a Cristóbal el de Patricio. / Y si algún socio diera un queja / se pondrá de presidente / a Vitoriano “La Vieja”. / Y si no pudiera ser / porque esté en los cursillos, / se pondrá de presidente / a su amigo “Conejillo”. /
Si alguno de los que cito se pusiera disgustado, / se puede avistar con López / y ponerse en el juzgado. / Y si el día del juicio / no puedo comparecer, / a mi amigo “La Bellota” / yo le haré un poder, / que sabe de estos asuntos / y me puede defender. / ( Del viaje que hicimos / no me quiero ni acordar / con los hermanos Puchero, “Senserrita” y los demás / y el maestro carpintero / que escribiendo está. / Al tren que nos traía / se le hicieron dos agujeros / y llegamos a Valencia / lo mismo que pordioseros. / Con las caras arrugadas / y los ojos chuchurridos / con los mocos colgando / y tiritando de frío ). /
No te puedo escribir más / porque me falta papel. / Ya en otra más te diré. / Recuerdos a Don Juan y a los hermanos Espejo / y al rubio de Juan Solano. / Y se los das también / al tonto de “El Cirujano”. / Recuerdos a tu Francisquito / y a su hijo Rafael. / Un abrazo para “El Moreno” / y un besito a su muj