Como conocemos, el pasado día 15 de junio, el Arzobispo Coadjutor de Sevilla y Administrador Apostólico de Córdoba, D. Juan José Asenjo Pelegrina, realizó el nombramiento del Párroco de la Inmaculada Concepción de nuestra localidad en la persona de D. Vicente Castander Guzmán.
El 25 de julio D. Vicente tomó posesión en un acto emotivo en el que también estuvo presente el anterior párroco, Monseñor D. Paulino y el Vicario de la Subbetica D. Francisco Orozco así como otros concelebrantes. El pueblo ha esperado en estos últimos días con impaciencia la llegada de este nuevo y joven párroco.
Hoy, en esta entrevista deseamos conocer algunos aspectos de su vida personal, del enfoque pastoral de la misión que le han encargado y algunas anécdotas de su trayectoria.
D.Vicente ha colaborado con Radio Cancionero de Baena cuando se lo han pedido, nos comunica que tiene en mente editar una sencilla hoja parroquial que llegue a todos los domicilios.
Buenos días, Don Vicente háblenos de sus raíces, cuéntenos dónde nació y qué recuerdos tiene de su infancia
Nací en Getafe. Mi madre era de Cabra (murió cuando yo tenía 14 años) y mi padre es de un pequeño pueblecito de Valladolid, Alaejos. Se desplazaron a Madrid por razones de trabajo y por ello mis primeros años de vida transcurrieron en dicha localidad.
Cuando murió mi madre me trasladé a Cabra, donde vivían tres hermanas solteras de ella, y que son las que verdaderamente me han criado. Posteriormente con catorce años ingresé en el Seminario de Córdoba. Mi padre y mi hermano viven en Madrid
Los recuerdos de mi infancia son buenos, dolorosos y tristes por la muerte de mi madre, circunstancia que como sabemos no se repone, pero son los recuerdos de cualquier niño que jugaba en los años ochenta.
¿Cómo nace la inquietud de ser sacerdote en usted?
Fui monaguillo de mi párroco D. José Burgos (gran amigo de D. Paulino) ¿Cómo surgió? Recuerdo que llegaron unos seminaristas a mi Parroquia, hablaron de sus inquietudes, de las vivencias en el Seminario, de la labor que desarrollaban, de la necesidad de vocaciones en nuestra Diócesis. Ahí se inició esa llamada del Señor. Me fui al Seminario muy ilusionado. Allí día a día iba descubriendo y madurando, con paso firme la vocación de sacerdote. Para esta tarea he contado siempre con el apoyo de muchas personas, yo creo que con el apoyo de todas con las que me he cruzado en mi vida. Por bien o por mal, todas han aportado algo a mi vocación, y todo lo que han aportado ha sido para bien.
Estoy muy contento, creo que lo más grande que me ha pasado en la vida es el ser sacerdote y estoy muy agradecido al señor por haberme llamado.
¿En qué lugares ha desempeñado su labor sacerdotal?
He ejercido labores pastorales, inicialmente en Priego de Córdoba, durante dos años y como Coadjutor de D. Pedro Crespo, en la Parroquia de la Asunción. Asistía a los feligreses de las aldeas de Castil de Campos y Fuente Tójar.
En los cinco años posteriores y hasta hoy, he estado en las localidades de Albendín y Valenzuela. Concretamente en esta última localidad, realizando un simil, la Iglesia era como una cochera sin tejado, sólo cubierta por chapa de uralita. Se inició una campaña para la recogida de dinero y ayuda en su construcción. Participaron todos con dinero y con su trabajo. Fue inmensa su participación. Hoy Valenzuela cuenta con un hermoso templo parroquial. En Albendín se reformó el Camarín de la Patrona, se restauraron las Imágenes, fue un trabajo sin descanso pero con final feliz. En ambos sitios progresó la catequesis, la atención a las personas y la asistencia a misa que antes era bastante escasa. Me gusta velar por la conservación del Patrimonio, que es cosa de todos, y espero en Benamejí que tanto patrimonio tiene se pueda engrandecer aún más.
¿Cómo describiría su vida sacerdotal?
Pienso que todo sacerdote es el que habla a Dios de los hombres y a los hombres de Dios, el cauce de unión entre el Señor y las personas. Espero que quien se acerque a mí se encuentre un hombre de Dios. En la celebración de la Eucaristía, en la vida diaria con cariño a la gente, el ser cercano a las personas, que éstas a su vez se acerquen a su Párroco con confianza y así todos en comunidad seguir el Evangelio. Espero en la parroquia crear un ambiente en el que todos crezcamos en la fe, celebrando bien los sacramentos, fomentando la catequesis de niños y jóvenes y teniendo caridad con los que más lo necesitan. En la parroquia espero dedicar mucho tiempo a los enfermos y a las personas mayores.
Cuando conoció el pasado junio su nuevo destino en Benamejí, ¿qué sensaciones tuvo?
Pienso que de forma indirecta me lo insinuó el Vicario D. Francisco Orozco, concretamente el Sr. Obispo me lo transmitió en el pasado mes de junio. Sinceramente desde el pasado 2008 había escuchado “algún tipo de campana sobre mi traslado a este grato pueblo”.
Sensaciones, todas. De Benamejí las referencias todas eran buenas, las que procedían de Cabra, la de compañeros sacerdotes, la de mi buen y apreciado amigo Francisco Granados, paisano vuestro. En resumen, Benamejí es un pueblo piadoso, religioso y devoto. Sus frutos son claros y evidentes por toda la geografía española.
Además este traslado, en el plano personal me ha supuesto la cercanía a mis tías, ya que con setenta y tantos y más de ochenta años he de cuidar de igual forma.
¿Conoce como se desarrolla el mundo de las Cofradías en nuestro pueblo? ¿Qué conoce de la Semana Santa de Benamejí y del fervor popular hacia la Virgen de Gracia?
Como sabéis llevo unos días en este pueblo. El conocimiento es reducido. Algunos hermanos mayores han contactado conmigo y después de las fiestas patronales mantedremos una reunión con todos.
Lo que está claro es que si las Cofradías están es porque detrás hay juventud y personas responsables. Poco a poco las iré conociendo a todas. Las Cofradías realizan una gran labor, y a veces hay momentos donde no se les puede pedir más de lo que hacen. Soy consciente de sus limitaciones, pero soy de los que piensan que han de colaborar con la parroquia.
Deseo una cordial relación con ellas. Reunirnos, conocernos. Sobre todo deseo su formación, que sus actos sean correctos y con decoro y que aspiren a ser buenos cristianos.
Respecto a la Cofradía de la Virgen de Gracia conozco el gran número de hermanos que tiene, la gran devoción y cariño que existe en el santuario (que ya lo he visitado). Devoción que ha de estar bien orientada, y que hemos de imitar a la Virgen como cauce para llegar a su Hijo.
¿Ha tomado ya algunas medidas organizativas en su Parroquia desde que ha tomado posesión del cargo? ¿Cuáles son sus proyectos a medio y largo plazo?
Estoy a la expectativa y pendiente como se suele decir. Estoy conociendo poco a poco a las personas. Intento adaptarme a la gente, a todos, feligreses y no feligreses. Deseo que las personas que entren por la puerta de la Iglesia sientan que esta es su casa, que se sientan a gusto, confiados, que sepan que van a ser atendidos, que no encuentren dificultades a pesar de las limitaciones que puedo tener.
He tomado algunas medidas de carácter práctico deseo usar la pila bautismal de la que dispone la Parroquia, poner una sede en el Altar Mayor y poco a poco con el análisis realizar las modificaciones que sean necesarias.
La Catequesis seguirá como está. Abrir los cauces para que la Confirmación pueda llegar a todos, que se le ofrezca esta posibilidad a todos.
Deseo incentivar el movimiento de matrimonios y jóvenes con su Iglesia. Tengo muchas esperanzas de su participación y colaboración. Abrirles la Iglesia para que se involucren y le pido al Señor que me ilumine para saber ser un buen pastor para todos.
Como Proyectos busco la ayuda, orientación y colaboración de todos los vecinos. He observado humedades, grietas en la bóveda del Sagrario y cosas por el estilo. En resumen, en estos aspectos buscaré el contacto de vecinos y autoridades locales,
¿Cómo está respondiendo la gente de esta parroquia? ¿Cómo fue el día de su primera Eucaristía en Benamejí?
En estos días, muy bien en general. Muy cariñosa, con agrado, con simpatía. Han venido muchos vecinos a presentarse y ofrecerme su hospitalidad y colaboración. Noto, sinceramente, la cercanía de muchas personas a su parroquia. Como todos saben vivo en el piso de que dispone la Parroquia y seguro que pronto seré un vecino más de Benamejí.
¿Qué recuerdas de tu primera Eucaristía el pasado mes de julio?
En palabras quizás no se pueda expresar. Fue un día hermoso. Estuve arropado por los vecinos de este encantador pueblo, por los vecinos desplazados de Valenzuela y Albendín .La Iglesia estaba llena, las puertas abiertas… fue emotivo. Ello me anima e ilusiona de cara al futuro.
¿Qué le quiere transmitir en estos momentos a todos los habitantes de nuestro pueblo?
Deseo que cuenten conmigo, que cuenten con su párroco en todo lo que necesiten. Poco a poco los conoceré personalmente. Deseo ser un buen sacerdote.
¿Qué sabe del trabajo desempeñado por el anterior párroco Don Paulino?
Es un gran Sacerdote con letras mayúsculas. En palabras harían falta muchas para la gran labor que ha realizado. Prueba de todo esto son los frutos que hemos heredado de su labor pastoral. Es un párroco que se ha volcado con su pueblo y con las vocaciones. Es un sacerdote que ha entregado su vida al pueblo.